Carpe Vinum!

Probablemente sea éste uno de los tópicos de los que más se habla tanto en público como en privado, sin embargo la mayoría de las opiniones que se pueden escuchar acerca de esta problemática suelen proceder precisamente de los sectores más extremistas, es decir, de los que quieren abolir la prostitución y de los que la quieren legalizar o incluso fomentar. En España no nos es ajeno el problema, de hecho se podría decir que muchas de las carreteras locales y regionales se amortizan gracias a estos "hostales" a los que nadie va y que sin embargo están siempre llenos, hasta tal punto que a veces los coches se ven obligados a aparcar en los arcenes. Digo hostales porque oficialmente todos figuran como tal, aunque difícilmente alquilen una habitación a parejas con niños pequeños.

Contexto:

Últimamente, parece que en Europa estamos retornando al puritanismo que al fin y al cabo forma parte de nuestra historia; y hasta en países tan liberales y a la vanguardia como Suecia y Francia, se están tomando medidas contra la prostitución.
Se la ha ilegalizado imponiendo multas a los que le den cobertura y curiosamente, lo único que han conseguido es marginarla más aun de lo que estaba, y en ningún caso han reducido los contagios de sida ni han conseguido hacer desaparecer a las mafias que trayendo y posteriormente explotando a compatriotas suyos de los países del este de Europa, así como de África y Sudamérica, siguen operando impunemente en este sector.
Aquí en España se han llevado a cabo medidas de este tipo, así por ejemplo, se cerró al tráfico la casa de campo en Madrid, y resultado de lo cual, las prostitutas/os se han visto obligadas/os a ejercer su profesión en lugares todavía más inseguros al único amparo de los proxenetas. Además, al reducirse puntualmente la demanda, han tenido que bajar también los precios. Por lo tanto se podría decir que lo único que se ha conseguido ha sido aumentar el poder que el proxeneta ejercía sobre la prostituta y por otro lado beneficiar al consumidor. Que ahora como quien dice, se lo podrá permitir más a menudo, ¿no?.

Resumen:

Lo que antes (supongo que hace ya mucho tiempo) se consideraba una actividad normal, un elemento típico de la sexualidad banal masculina, gracias al feminismo se ha transformado en una actividad reprobable y merecedora incluso de castigo a nivel jurídico, ya que representa a su juicio el poder que ostentan los hombres sobre las mujeres, a quienes pagan a cambio de concederles el favor sexual. A nivel sociológico también han conseguido que a las mujeres "de mala vida", a quienes antes se tenía odio y rencor, ahora pasen a ser objeto de nuestra misericordia y lástima (reconozco haber visto y oído ambas consideraciones) de manera que todas las organizaciones cristianas y/o feministas se dediquen a exhortarlas hacia un cambio radical de vida, ofreciéndoles en algunos casos alternativas viables (cosa que alabo y apoyo enérgicamente).
Desmiento a los abolicionistas que aseguran que la prostitución en la actualidad es ejercida por gentes de toda condición social, ya que más de un 41% de las prostitutas provienen de clases sociales bajas o desfavorecidas y un 4% de ambientes marginales (cifra que yo creo que es mayor en realidad). Otra característica atribuible a estas personas es la falta de formación (tan sólo un 51% ha recibido la educación básica y un rebuscado 7% ha llegado a obtener algún diploma) y la falta de estabilidad en sus vidas (apenas la mitad tiene casa propia).
De ahí saco la conclusión de que este sector está mayormente reservado a aquellas personas de bajo nivel adquisitivo y cultural y que además por determinadas circunstancias no tienen acceso a ningún subsidio social, o de tenerlo; éste resulta tan insuficiente que en muchos casos han de combinarlo con la prostitución para poder sacar adelante a las personas a su cargo (hijos, padres mayores, maridos inválidos o alcohólicos). En fin, un auténtico drama.
Y a esto no hemos añadido el caso de los proxenetas, quienes bien sea solos o agrupados en mafias se imponen mediante el uso de la violencia física, obligándolas a ejercer contra su voluntad. Quizá el caso más dramático sea el de las mafias sin duda. Estas prometen en los países donde operan a chicas de 18-23 años que podrán trabajar en España, sea recogiendo frutas sea trabajando en fábricas, y al final las recluyen en clubes de alterne hasta que teóricamente paguen su deuda con la mafia, cosa que nunca ocurrirá porque les toman casi el 80% del sueldo por dormir en un catre del club y darles de comer.
Veamos ahora otra dimensión de la prostitución, el de aquellas personas que la ejercen para mantener un nivel de vida o status económico que en ningún caso tendrían de dedicarse a otra profesión. Éstas últimas también se han visto muy perjudicadas debido a la fuerte competencia que hay en la actualidad en materia de precios, debido principalmente a las mafias que hemos aludido anteriormente. Se han visto por tanto forzadas a bajarse las bragas (perdonad la expresión) a la hora de poner precio a sus servicios.
Son las consecuencias que trae consigo la globalización ¿verdad? Al fin y al cabo, también le tiene que segregar bilis el hígado a un cultivador de espárragos de Navarra cuando vea en cualquier supermercado Lidl el tarro de espárragos importados de China a 68 céntimos y encima de mayor tamaño; cuando a él a lo mejor le cuesta 84 céntimos sólo producirlos.
Los partidarios de erradicar la prostitución son gentes retrógradas de mentalidad obtusa que sólo ven a las prostitutas como seres inadaptados o como esclavas de los proxenetas, sin dar dimensión social alguna al problema, por lo que seguirán estando desvalidas jurídicamente aquellas que lo ejerzan. Tampoco tienen en cuenta la dimensión económica de este sector, aun más importante, y es que la prostitución factura en España y en Europa casi tanto como otros sectores tan consolidados como el textil, el metalúrgico, el logístico etc.
Sin estas dos perspectivas o dimensiones, que constituyen en definitiva la piedra angular de la prostitución, nadie debería tener la autoridad de poder emitir su juicio al respecto.

COMENTARIO PERSONAL

¿Por qué me interesa?

La prostitución es un tema actual y que difícilmente caducará. Es conocida como la profesión más antigua del mundo, y como todas, ha ido evolucionando con los siglos. Aunque casi siempre bajo un mismo denominador, el de la marginalidad. Hasta en los pueblos más estrictamente religiosos como el de Israel, las prostitutas fueron un colectivo social que por un lado vivía oculto lejos de la intolerancia característica de aquel pueblo y por otro era mantenida por la necesidad que ese mismo pueblo tenía de sus servicios.
Esa es la paradoja que ha estado siempre presente en la prostitución. Y que a continuación me dispongo a analizar.

¿Cuál es mi visión sobre este tema?

A la hora de buscar un culpable, tan sólo hallo a los hombres. Se podría decir que a diferencia de la mujer, el hombre no ha evolucionado tanto y conserva un instinto reproductor al que procura satisfacer a través del placer efímero y banal que obtiene del sexo. No obstante, atribuir toda la existencia de la prostitución a un mero desfase evolutivo sería engañoso. Hay de añadir la autoridad que desde el fin del Matriarcado ha ejercido el hombre sobre la mujer, subyugando a ésta a los caprichos y voluntades arbitrarias del hombre. Por eso el hombre ha tenido casi siempre carta blanca para ser infiel y engañar a su mujer, mientras que la mujer se ha visto recluida todo el tiempo en la casa, cuidando a los hijos y al marido.
Sería la combinación de estos 2 factores los que explicarían el porqué la prostitución es demandada sólo o al menos en su gran mayoría por público masculino.
La Biblia, la Mitología y la Historia nos demuestran que la mujer tampoco es manca y en cuanto se ha visto libre de su cónyuge y poseedora de cierta autoridad ha caído en la misma tentación.
Sería el caso de las mujeres Romanas cuando sus maridos iban a luchar durante meses y sólo quedaban los esclavos; o cuando la esposa del secretario del faraón intenta seducir a José (el hijo de Jacob) y ante la negativa de éste lo encierra; y como no, el caso de nuestra reina Isabel II, quien excepto a su marido (el pobre perdía aceite por todos lados) se cepillaba a toda la cohorte.

¿Qué propuestas aporto?

La propuesta que voy a plantear, puede ser la solución a muchos problemas y ante todo una forma más de financiación estatal:

La prostitución ha de convertirse es un sector económico como cualquier otro.
Las personas que deseen ejercerlo deberán tener licencia del gobierno y cumplir una serie de requisitos.
a) a nivel higiénico deberán usar preservativo, y después de cada servicio, deberán asearse haciendo especial hincapié en aquellas zonas por donde puedan contraer o contagiar cualquier tipo de enfermedad. Asimismo deberán hacerse pruebas y análisis para detectar cualquier enfermedad que por accidente hayan podido contraer. Y por supuesto deberán examinar las gónadas del cliente con el objetivo de encontrar cualquier tipo de anomalía y también deberán comprobar que no se encuentre ebrio ni bajo los efectos de cualquier tipo de droga.
b) A nivel económico, la prostituta podrá desempeñar su trabajo como empresaria autónoma de explotación física de zonas erógenas o bien trabajar asociada a otras en régimen de cooperativa o como sociedad limitada. En ambos casos deberán tener disponibilidad de un local propio o alquilado (15 m2 mínimo) y bajo ningún concepto podrán realizar servicios a domicilio. Podrán alternar esta actividad con la de masajista o cualquier tipo de actividad parasexual. Todas éstas se gravarán de igual forma.

El objetivo es evidentemente sacar a este sector de la economía sumergida. Para ello, el negocio del sexo contribuirá como artículo de lujo, aproximadamente un 30-35%. Pero claro, al ser imposible controlar el número de polvos o servicios que llevará a cabo cada prostituta, los impuestos serán de forma indirecta, como en bares y restaurantes. Basándose en estadísticas, gastos aproximados de luz, agua, nº de m2 útiles, ubicación del local etc. Por supuesto, todas las prostitutas deberán cotizar a la seguridad social.
c) A nivel académico se exigirá el certificado escolar, en caso contrario, deberán cursar módulos de formación profesional. El objetivo es la reincorporación al mercado laboral una vez finalicen su actividad como prostitutas, estimado a la edad de entre 35-40 años.
Estará prohibido ejercer la prostitución en caso de estar embarazada, tanto en el embarazo como en el periodo de lactancia. Se le dará de baja y cobrará el paro correspondiente.

d) A nivel económico también se contempla la posibilidad de que un hotel, hostal, club de alterne o sala de variedades contrate prostitutas para dar servicio a sus socios o clientes. En tal caso la prostituta será empleada por cuenta ajena, y será el local quien pague los impuestos y tributos correspondientes. Ahora bien, cada prostituta tendrá su propia habitación de trabajo. A partir de 10 prostitutas contratadas el establecimiento deberá contratar a un guarda de seguridad y se tendrán que realizar votaciones sindicales cuando éstas se celebren.